Universo
Podemos contribuir al desarrollo y evolución de la humanidad. De distintas maneras.
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Pensemos por un momento en nuestra galaxia, formada por unos doscientos mil millones de estrellas.
Pensemos en esta estrella, la nuestra: el Sol. Pensemos en la vida derivada a partir de esta estrella: en cada grito, en cada gemido, en cada voz.
Pensemos que Dios es consciente de cada uno de estos eventos, no solamente en esta estrella, no solo en esta galaxia, ni en este plano.
Lo que estamos tratando es de volvernos conscientes de algunos atributos divinos, en este caso Su Omnisciencia.
Dios guía cada vida desde las profundidades.
Y aquí es donde confluyen: el karma de vidas pasadas y la astrología: que nos permite dilucidar que karma aceptamos traer y trabajar en esta vida.
Porque todo está hecho para la evolución de nuestra consciencia.
Y todo lo que nos ocurre tiene ese mismo propósito, esto es, que avancemos en nuestro camino de realización, de expansión, de crecimiento hacia esferas de mayor luz, poder y amor (y también comprensión).
Todo esto es interior y no necesita verse reflejado en el exterior.
Todas las circunstancias de nuestra vida representan los escalones, las pruebas, el camino que nuestra alma eligió (previamente al nacimiento físico), para ir desarrollando su potencialidad o dharma.
Esta es la meta y también el camino.
Recordemos que esta vida no es más que un paréntesis en nuestra vida eterna.
Porque pertenecemos a la eternidad.
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Pensemos en esta estrella, la nuestra: el Sol. Pensemos en la vida derivada a partir de esta estrella: en cada grito, en cada gemido, en cada voz.
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Lo que estamos tratando es de volvernos conscientes de algunos atributos divinos, en este caso Su Omnisciencia.
Dios guía cada vida desde las profundidades.
Y aquí es donde confluyen: el karma de vidas pasadas y la astrología: que nos permite dilucidar que karma aceptamos traer y trabajar en esta vida.
Porque todo está hecho para la evolución de nuestra consciencia.
Y todo lo que nos ocurre tiene ese mismo propósito, esto es, que avancemos en nuestro camino de realización, de expansión, de crecimiento hacia esferas de mayor luz, poder y amor (y también comprensión).
Todo esto es interior y no necesita verse reflejado en el exterior.
Todas las circunstancias de nuestra vida representan los escalones, las pruebas, el camino que nuestra alma eligió (previamente al nacimiento físico), para ir desarrollando su potencialidad o dharma.
Esta es la meta y también el camino.
Recordemos que esta vida no es más que un paréntesis en nuestra vida eterna.
Porque pertenecemos a la eternidad.
